miércoles, 11 de mayo de 2011

PASADA MEDIANOCHE

Viendo noticias, al más puro estilo CSI, gente desactivando bombas, otros buscando narcos, el profeta de Peñalolén me hace pensar en la estupidez humana, no sé cómo logran pensar tanta soberana estupidez, quizás es la decepción del ser humano o simplemente llegaron un poco tarde a la repartición de neuronas.

Sigo con un nudo en la garganta, quizás estoy perdiendo el tiempo o dejando que transcurra demasiado lento, es un chicle que se estira hasta que en el momento que se corta, los resultados no son los esperados y uno se transforma en un esclavo de una relación tibia.

Escuchando y leyendo, cantando y pensando, muchas cosas para la una de la mañana, especialmente cuando tengo que trabajar. Hoy no hubo sueños truncados, sino que simplemente historias reales satisfechas del día, reuniones y un "no pescar", eso transformó el día en algo bueno, de sobreviviente por la vida.

Es bueno salir al extramuro, y olvidar las murallas que caen constantemente sobre la cabeza y aplastan con ideas, recuerdos y deseos truncados. Es bueno alejarse de las teclas por unas milésima de segundos y dejar de cybersoñar.

Historias entrecruzadas como siempre, retrocediendo el tiempo unos seis años más o menos, todos esos recuerdos podrían opacarse con algo actual, con admiración nueva o con la admiración ya existente, pero operativa.

Lo público hace que encripte mis discursos, cubriendo nuevamente la timidez que mi mirada no cubre. Quiero que siga pasando el tiempo y lograr los objetivos, quizás el alejamiento, quizás el aceptar la calidad tibia.

Ahora se viene la música de relajación para dormir igual que ayer, a la antigua, como cuando los grillos acompañaban mis cortas noches de insomnio o como cuando los perros aullaban por las noches de campo.

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