Escritura matutina, un poco triste por perder con tanta facilidad una relación de amistad que se cosntruyó luego de tiempo invertido, luego de horas y horas y horas de conversación, conocernos, hablar, cantar.
Vengo llegando de Chillán, ciudad un poco ahumada, pero donde me voy a recargar de energías positivas, de cariño y mil cosas más que me ayudan a sobrevivir en esta selva de cemento, ya que nisiquiera puedo decir la "selva de la fraternidad".
Ayer una buena amiga me hablaba del baile de los que sobran, y sin duda con una vida tan ajetreada y sin tiempo, es dificil encajarse en cualquier grupo social de una forma férrea, la gente se encapsula en las relaciones sociales, es como una droga, te gusta y la sobrexplotas, vas a un bar y lo visitas hasta que no quieres saber más, hasta que se transforma en rutina.
Las relaciones sociales son eso, elementos de aclimatación que con el tiempo se transforman en costumbre, por eso los amigos son cíclicos, y me refiero a los reales, ellos estan y no estan, o estan siempre y cuando los necesites. Me gusta ver como personas que fueron muy amigos luego se odian y cuentan todos sus secretos más intimos.
Ayer analizaba junto a una muy buena amiga, que hay personas que se ciegan con algo muy conocido por todos como es el poder. Poder no es necesario como algo que genere cambio o reconocimiento en la sociedad macro, pero si en grupos de pares, pequeños grupusculos donde el reconocimiento es absolutamente necesario para transformar una autoimagen alicaida.
Es así como en distintas instituciones a las que pertenezco personas actuan de forma extraña por el uso de una pañoleta de un color determinado, o en otras porque la gente se pare al entrar a las reuniones. Comienzan a tratar mal a las personas y hacen parecer que tienen más poder que superman. Pero la pregunta interesante es ¿qué actitud toman cuando dejan de tener este supuesto poder?. lo normal es que o buscan mantenerlo sin importar cómo o simplemente tratan de tomar otros roles importantes.
Hoy estoy un poco más asombrado de como se configuran las relaciones interpersonales, como las amistades duran a través del tiempo como si no pasaran los minutos ni segundos, y por otro lado, como las cosas pueden diluirse como un castillo de naipe, como una torre de mil lenguajes.Existe un dicho clásico de todas las culturas que las cosas se aclaran con el tiempo, y las relaciones sociales no son la excepción de este presagio
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