miércoles, 11 de junio de 2014

El Auriga

Cuando en el Tarot aparece la carta de “La Muerte” no deja de asustar, porque en nuestra concepción occidental católica, apostólica y romana, la muerte se ve como un castigo divino, vemos la desaparición de un ser querido de una forma egoísta, pensando sólo en que nosotros dejaremos de ver a ese alguien. Pero esta carta significa algo mucho más positivo que lo que conocemos culturalmente, es el término de un periodo en la vida y el nacimiento de otro, es el morir y volver a nacer, la purificación por el aire, fuego y agua, que muchas veces nos lleva a la transmutación del espíritu.

Muchos odiamos la incertidumbre y el miedo a la muerte tiene que ver con el temor a lo desconocido, lo que el Kybalión dilucida con la "Polaridad" y que otros buscamos a través de la famosas frases bíblicas "buscad y encontrareis", "pedid y os darán" y "Tocad y os abrirán", dando a entender que la única forma de brindar luz a nuestra oscuridad está en la búsqueda de la verdad.

La inestabilidad, las penurias, la soledad, la inseguridad, el desamor, la pobreza material y en mayor grado la espiritual, son razones por las que existe temor a las cosa que viene, muchas veces nos reprimimos de hacer, decir y hasta en sentir, por experimentar sensaciones de estabilidad.

Queremos ser felices, pero muchas veces los medios para lograrlo son los que alejan de nuestras posibilidades, esto nos trae temores a lo que viene. "El amor más fuerte es aquel que puede mostrar su fragilidad", según Coelho, y muchas veces la fragilidad es lo que más nos asusta. ¿Éste será el miedo a ser feliz?, tal como lo expresa Pablo Neruda "Para que nada nos separe que nada nos una", aunque en la visión racionalista de Nietzsche "En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón", por lo cual nuestro cerebro puede controlar de forma consciente el camino para llegar a la felicidad.

Somos parte de un todo, no existe ni lo bueno ni lo malo, según el Kybalión, trabajo de nuestro gran amigo Hermes Trimegistro, existe el principio de “El Ritmo”, donde nada es absoluto, tal como el  movimiento de un péndulo, que tiene un comienzo y un final, pero cada movimiento es parte de la oscilación; en este sentido no existe la felicidad ni la tristeza, sino etapas más cercanas a estos sentimientos; lo importante en todo esto es entender la famosa carta de "La Muerte", disfrutar y entender los cambios, aprovechar las oportunidades y abrirse a las cosas nuevas.


En la Teoría de Sistema según dice Kuhn, se define la entropía como el orden natural, Jorge Drexler en uno de sus temas expresa "nada se pierde, sólo de transforma". Nunca una situación es igual a la otra, aseveración  asimilable a que "nunca nos bañamos dos veces en el mismo río". Con esto quiero decir que no por haber vivido circunstancias complejas debemos temer a lo que viene, a las personas o al destino, hay que mirar al horizonte y caminar con los ojos muy abiertos a la realidad, con el ritmo firme y decidido del Auriga, es la única forma de avanzar.

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