sábado, 6 de junio de 2015

Requem

Mientras mi dedo índice izquierdo me siga acompañando seguiré vivo, pensé en escribir una linda carta pero como si fuera un discurso de inauguración de una Feria Minera, no se me ocurren ideas.

Soy un nostálgico y un tipo de piel, de esos que cuando aman entienden que deben velar por el bienestar de la persona amada, de esos que disfrutan ver dormir.

Europa está mirándome desde lejos, uno de los pocos lugares no recorridos que me esperaban con los brazos abiertos. No quiero ángel para un final, sino Oda a Mi Generación,  quiero a Víctor Jara y el Andariego de Aparicio Manns, quiero todos mis himnos entonados por los últimos 15 años.

Siempre he sido aire más que tierra y quiero segur siendo parte de las ventoleras invernales, de aquellas que sacuden los álamos y que les quitan las pocas hojas sobrevivientes del otoño.

A mis 35 años he muerto voluntariamente cuatro veces, tal como Juan Salvador salió de la bandada de la comida y logró renacer con ese importante objetivo de volar.

Mis grandes placeres, la música, cantar, conversar con mis amigos, familia y hermanos, viajar,  conocer distintas experiencias, enamorarme para darme cuenta que efectivamente estoy vivo, 

No me gusta la tristeza, quizás la nostalgia, pero uno está en este planeta para ser feliz, para querer y hacer feliz a los demás.

Baden Powell nos enseño a que debemos dejar este mundo mejor de como lo encontramos, una gran guía para quienes tienen el rol de seguir en este planeta.

Viajen, caminen por la naturaleza y digan lo que sienten, los abrazos son gratis y como dijo una gran hermana guía de coronel, los besos son ricos, por qué negarse a ellos. 

En la vida he escrito cientos de poemas y en cada uno he expresado mi cariño por el mar y la tranquilidad del sonido de las olas, tengo la convicción que en mi vida he sido una gaviota pródiga, que se ha alejado del mar pero que en algún momento volverá a las olas.

Llegué a ser lo que soy gracias a muchos esfuerzos, mi familia que resistió la tempestad de 17años de persecución entregándonos aún así niñez, a mis abuelos con su ejemplo de rectitud y preminencia, tíos llenos de cariños y abrazos. Cómo poder agradecer a cada uno de las personas que han participado de mi vida, mis hermanos de Logia, mis hermanos del clan, mis hermanos Scouts y correligionarios, amigos de la vida, parejas; uno es una mezcla de voluntades e ideas, en este caso, me imagino que con un buen resultado.

Siempre que se prenda una luz alrededor de manos entrecruzadas se logrará el objetivo de existir y de simplemente permanecer en el recuerdo.